El comercio local: un imprescindible para el mantenimiento de los pueblos

Valdealgorfa ha sido el pueblo agraciado en la campaña “Hacer el Agosto en el Mezquín” este año. Dos de sus establecimientos han repartido el primer y segundo premio (de 800 y 200 euros respectivamente, para gastar en comercios adheridos a la campaña) en esta XX edición. El primero -con el número 2511- lo entregó el Horno de Reyes y Cristina a Antonio Marcote y Neus, y el segundo -con el número 1911- lo dio el supermercado de Lourdes Cuella a María Giner. Ambos locales cuentan su experiencia y explican la importancia del comercio local para la supervivencia de los pueblos, más en una zona clasificada como la “España vacía”.

                                                                                              Texto y fotografía: Raquel Lop

 

Alegría. Es como describen la sensación de dar los premios de la campaña “Hacer el Agosto en el Mezquín” Reyes Gimeno, de la panadería Horno de Reyes y Cristina, y Lourdes Cuella, del supermercado de Valdealgorfa. Aunque según Reyes Gimeno, es una sensación un poco encontrada porque por un lado está la alegría y por el otro la tristeza de olvidarse de dar alguna papeleta a alguien: “Nosotras no llevamos un criterio económico, sino que damos simplemente por visitarnos. Damos a todo el mundo, menos a los que se me olvida”.
Ambos establecimientos participan en esta iniciativa de la Asociación de Empresarios desde el inicio de su trayectoria, recalcando que lo hacen para colaborar en las actividades que den a conocer los pueblos. Además, “sobre todo el dar un premio a la gente que día a día los tienes comprando aquí en el pueblo, es también una manera de agradecer su confianza”, explica Lourdes Cuella.
Para Reyes Gimeno, nacida en Alcañiz pero con un fuerte vínculo desde la infancia en Valdealgorfa -pues sus padres siempre han tenido casa en el pueblo e iban siempre que podían- y donde empezó a vivir tras finalizar sus estudios, este tipo de campaña es importante para los negocios: “Cualquier cosa que sea potenciar el comercio local, tendrá más relevancia o menos, pero me parece que es muy importante que alguien vele porque esto sea una cosa viva, que continuamente tenga alguna actividad o algo que te mantenga despierto”.

Un horno con casi cien años de historia
Licenciada en historia, Gimeno comenzó trabajando en el servicio comarcal de deportes, tras lo cual se ha desempeñado en variados empleos: en una planta de hormigón en el polígono, en la CBA, en el ayuntamiento o como administrativa en una empresa de servicios forestales. Fue durante este último trabajo, donde estuvo 12 años, cuando se enteró por su hermana Cristina que su tío Ángel traspasaba el horno de Valdealgorfa por jubilación. Ella fue quien le insistió para coger este negocio, uno que según cuenta “era un horno que tenía cien años y daba un poco de coraje el hecho de que cerrase la puerta para siempre”.
Fue entorno a 1931 cuando se hizo este horno. Al tener tantos años, tiene su historia, sus particularidades. “Hay muchos tipos de horno, pero en éste el fuego está en contacto con la zona donde cueces. Por eso, solo puedes utilizar determinadas maderas para quemar ya que las cosas cogen el sabor al estar en contacto: no puedes utilizar pino; usamos madera de almendro y de olivo (vale también la carrasca, por ejemplo). También hay zonas en la que está más caliente que en otras, hay alguna grieta que se hizo hace muchos años, hay que tener cuidado el día que hace cierzo… es decir, hay una serie de factores a tener en cuenta. Es casi una ciencia”, explica Gimeno.
Todas estas peculiaridades, además de formarles en cómo se hace el pan y pastas, se las enseñó el antiguo panadero, Ángel, quien estuvo con ellas durante cinco o seis meses y a quién podían recurrir si tenían alguna duda.

Una jornada laboral que empieza temprano
De esta forma, el 1 de marzo de 2017 abrió las puertas el Horno de Reyes y Cristina, con una jornada laboral que comienza muy temprano. Comienzan a echar leña continuamente al horno durante una hora y media aproximadamente. Después, cuando ya ven que la temperatura es la ideal cierran el horno, es decir, quitan las llamas que están en contacto echándole la ceniza generada por encima y cierran el tiro. A partir de ahí, esperan casi otra hora a que la temperatura se estabilice.
Durante todo este proceso aprovechan para amasar el pan -con los ingredientes: masa madre, harina, agua, sal y levadura-, momento de la primera fermentación. Tras ésta forman las barras y las pasan a los cajones con el sistema tradicional, donde se hace la segunda fermentación durante una hora más o menos. Cuando están listas, pasan a la cocción, con el horno a casi 300º de temperatura.

Cuando empieza a salir todo del horno, montan el despacho. La que esa semana ha llegado más tarde es la que se encarga de dicho despacho y de las pastas. Hacen reparto a domicilio, pero solo en el pueblo, a bares y particulares. Antes sí que les llevaban a algunos hoteles como a El Molí de l’Hereu o al Hotel Consolación, pero había que hacerlo demasiado temprano y no les daba tiempo. No obstante, en el pueblo “cualquiera que llama que lo necesita se lo bajamos, incluso si hay que ir a la tienda a comprar alguna otra cosa se lo llevamos también. Yo tengo una bicicleta con las alforjas y rápidamente lo llevamos”.

Pan, pastas y mucho más
Este horno de Valdealgorfa tiene muchos productos. Preparan pan de diferentes tipos: barra mediterránea, pintadera, hogaza y cañada. También tienen todas las pastas tradicionales como roscones, almendrados, tortas de alma, carquiñolis, lazos, galletas y mantecados, además de pastelitos de hojaldre, tortas de manzana o de membrillo, entre otros. Igualmente “como a nosotras nos gusta mucho lo salado tiramos a eso: choribollos, longuibollos, sardibollos, pizzas…”.
Membrillos, manzanas, pimientos, tomates y todo lo natural. Reyes Gimeno explica que todos los productos que pueden los buscan de forma local, es decir, o los sacan de su huerto o los compran a la gente de la zona.
Depende de la temporada se demandan unos productos más que otros, y por tradición por ejemplo se buscan más las pastas para las fiestas, o las roscas en Semana Santa. Aunque destacan las galletas de yema por ser las únicas que las realizan, Gimeno cuenta que “no tenemos mucha iniciativa para hacer cosas nuevas, porque no tenemos muchos conocimientos. Nosotras con lo que nos han enseñado nos basta, y lo llevamos a rajatabla. La gente nos dice: «Estas pastas son como las que hacía mi abuela». Para mí con eso ya es suficiente”.

En un principio, cuando empezaron a adentrarse en el mundo de la panadería, estaban muy preocupadas por las pastas, pero explican que es el pan el que da más problemas: la masa queda un poco más blanda, no sube mucho porque la leña estaba más verde o seca de lo acostumbrado, si hace cierzo también influye… Reyes Gimeno aclara entonces que el trabajo es “un reto personal, de cada día. Todos los días es una aventura: a ver cómo saldrá el pan hoy. Con esa pasión de cada día es bastante”. Pero también recalca que pese a lo complicado que es el trabajo de una panadería, al no poder guardar los productos de un día para otro porque ya no valen, “luego el trato con la gente es perfecto. He conocido a mucha gente más profundamente, en positivo y en negativo. Sí que es verdad que la raza humana somos muy variopintos, pero es algo que me llevo de este trabajo”.

Trabajar y vivir en el pueblo
Lourdes Cuella es la propietaria de uno de los supermercados de Valdealgorfa. Nacida y con padres del pueblo, ha disfrutando y valorando el lugar desde pequeña. “Yo siempre he apostado por vivir en el pueblo. Me he criado aquí y no he ido a estudiar fuera porque yo lo que tenía claro desde el minuto uno era que quería quedarme aquí”.
Antes de comenzar con el supermercado, Cuella trabajó durante ocho años en el bar El Claustro. Tras tener a su hijo y estar un tiempo parada, la valdealgorfana trabajó en un momento puntual en Alcañiz, pero quería una vida en el pueblo. “A mí siempre me había gustado en el pueblo, siempre he valorado mucho el trabajo en este lugar, el no tener que coger el coche. Para mí el objetivo siempre fue tener un trabajo en el pueblo, era esencial”, comenta.
Además de este motivo principal, este trabajo le encanta especialmente porque puede tratar con todo el mundo, de todas las edades: “Conoces a toda la gente, tienes un trato especial, muy cercano. Yo aquí considero a personas casi como mi familia. Son personas a las que tengo mucho cariño porque desde que he abierto están ahí, son fieles… y les aprecio mucho. Gracias a ellos estás abierto”.
En Valdealgorfa siempre ha habido una tienda, explica, pero antiguamente estaba en una casa al lado del actual local. Los hijos del matrimonio que lo llevaba en aquella época -quienes estuvieron muchos años trabajando allí- traspasaron la tienda al local en el que está hoy en día. Al jubilarse, una chica del pueblo cogió el supermercado, pero cerró por circunstancias personales.

Un supermercado con trabajadores locales
Así, desde hace siete años, Cuella es la dueña del supermercado, del cual alquila el local. “El local no era mío y tenía que preguntar a ver si me lo alquilaban. Tuve que hacer bastantes cosas porque te lo daban vacío: lo reformé, puse todo lo que son las estanterías…”, continúa.
Fueron los mismos de la cadena que le lleva los productos, el día que abrió, los que le ayudaron a comenzar para saber cómo llevar este tipo de negocio. “Estuvieron dos o tres días conmigo ayudándonos con el tema de la caja, el tema de los ordenadores, los pedidos, las etiquetas… porque todo eso va informatizado. Y después de explicarme ya cogí el mando de todo esto”, cuenta Cuella.
Además de ella trabajando en la tienda, tiene una mujer contratada desde hace varios años. Una persona que también es del pueblo, por lo que este establecimiento, además de formar parte del conjunto de sitios que dan servicios, también brinda trabajo local.

Productos de todo tipo
La tienda de Lourdes Cuella tiene “productos de todo tipo, pero si puedo traer todo lo que es de la zona, entonces lo hago. Tengo jamón, quesos de por aquí…”, expresa Cuella al referirse a que intenta trabajar con todo lo que sea local. Además, cuenta que lo que más se demanda “es el jamón, que lo hacemos al corte, luego el pulpo, las salmueras o los quesos de Villa Corona por ejemplo… Y la fruta, sobretodo”.
Pero además, aclara que trae cosas muy variadas para que la gente tenga donde elegir. “Las personas son muy variopintas, y cada uno le gusta una cosa diferente. A gustos colores, como se suele decir. Yo tengo donde elegir y luego cada uno se lleva lo que le gusta más”, aclara. Ella dice que prueba todo lo que le llega a la tienda, para saber si está bueno o no. Si los productos salen buenos, los sigue llevando a sus estanterías, y si no, ya nos los trae más.
Pero además, hace entregas a domicilio, tanto para compras más grandes como incluso para un par de pepinos, explica. “Estos tiempos con la pandemia hemos trabajado más las entregas, porque la gente no ha podido salir de casa o por circunstancias particulares: no pueden llevar peso, porque les es más cómodo… a mi no me importa. No me cuesta nada coger el coche y repartirlos en el pueblo”.

Comercios, ayuntamiento y habitantes
Ambas propietarias coinciden en que es esencial que existan comercios y servicios en los pueblos para que pueda mantenerse una buena calidad de vida. Lourdes Cuella dice que “si no hubiera servicios aquí no podrías vivir. Si hay servicios, los pueblos pueden tirar para adelante, pero eso se tiene que mantener y para ello es primordial la ayuda de la gente. La gente del pueblo tiene que colaborar”.
La propia población es la que tiene que hacer el papel decisivo, según Reyes Gimeno, quien comenta que son importantes las actividades y ayudas de los municipios y el gobierno, cuya labor colabora a hacer atractivo el que alguien quiera coger un negocio en el pueblo. Pero además, los comercios también deben hacer su parte. “Esto tiene que ser un taburete de tres patas, si las tres están bien, el taburete no cojeará nunca. Son muchos factores a tener en cuenta, pero todo el mundo debe aportar un granito de arena y luchar porque esto se mantenga. No siempre es el gobierno, el ayuntamiento o la comarca… No, también lo que hagan los habitantes”, aclara.
Sin embargo, lo que está claro es que la existencia de estos negocios es fundamental. “Es el efecto dominó: si desaparece comercio, desaparece población y al revés. Va de la mano. Hay que darles la importancia que tienen. No creo que en la mente de ninguna que regentamos un comercio esté la del símbolo del euro en los ojos, sino la de un trabajo digno, sacar tu jornal y tener autonomía como persona. Y defender y ayudar a tu pueblo”, expresa Gimeno.
“Yo no digo que la gente no vaya a comprar a Alcañiz u otros sitios. Pero igual que en nuestro comercio, u otros que hay en Valdealgorfa y otros pueblos del Mezquín, con precios no podemos competir. En nuestro caso es todo artesano. El que quiere valorar eso, sabe que lo que está pagando es ese precio”, empieza Reyes Gimeno. A lo que Lourdes Cuella también añade que además del dinero hay “productos que yo no tengo pero porque no tienen rotación. Si tuvieras demanda lo traerías. No te puedes comparar con los comercios grandes que te puedas encontrar en una ciudad. Yo si puedo lo traigo, pero solo si sé que eso se va a vender”.
Finalmente, Reyes Gimeno reflexiona que “a lo mejor se necesita hacer más hincapié en la importancia que tienen los comercios en los pueblos en el sentido no como economía, sino como trabajo social. Me refiero a que la gente no es consciente -y yo tampoco lo he sido, pero todo es cuestión de que alguien te abra los ojos- de que somos la España vacía, la España mayor, y que llega un momento que la gente mayor no puede coger el coche para irse a comprar a ningún sitio. Como esa economía que genera el comercio local no esté un poco cuidada, va a estar la cosa bastante fastidiada en ese sentido. Supongo que entre todos tenemos que hacer un poco que la gente se sensibilice. Al final, el tener a tu disposición personas del pueblo que te aprecian, que te quieren, hay que saber valorarlo. Y sí, hay gente que lo entiende, pero hay que dar un pasito más. No está mal sembrar esa semillita”.

 

Dos comercios de Valdealgorfa repartieron los premios “Hacer el Agosto en el Mezquín” en su XX edición

Entre los clientes de los comercios del Mezquín dos vecinos de Valdealgorfa resultan agraciados en la campaña «Hacer el Agosto en el Mezquín 2021» organizada por la Asociación Empresarial.

El pasado 28 agosto tuvo lugar el sorteo de los  premios de la campaña “Hacer el Agosto en el Mezquín”. En esta edición las propietarias del Horno de Reyes y Cristina, comercio dedicado a la  elaboración y venta de panadería y  pastas artesanas entregó el primer premio de la citada campaña de promoción comercial del pequeño comercio en el Mezquín que tuvo lugar durante todo el mes de agosto. Este primer premio de 800 euros se quedó en Valdealgorfa, al igual que el segundo premio de 200 euros entregado por Lourdes Cuella, propietario de un supermercado de la localidad.

Los números premiados fueron el 2.511 y  1.911,  la suerte en esta nueva edición de la campaña recayó en  los vecinos de Valdealgorfa: Antonio Marcote y  Neus, el primer premio,  y en María Giner, el segundo. Los clientes recogieron,este viernes 3 de septiembre, en los establecimientos de mano de los comerciantes y del Presidente de la Asociación Empresarial Mezquín Bajo Aragón los respectivos premios  para canjear por los productos y servicios en los establecimientos adheridos a la campaña.

29 establecimientos comerciales participaron en la XX campaña “Hacer el Agosto en el Mezquín” para dinamizar y promocionar el comercio y la hostelería, y a la vez ofrecer a nuestros vecinos y visitantes una imagen de calidad del comercio de los pueblos del Mezquín Bajo Aragón. La Asociación Empresarial Mezquín Bajo Aragón ha organizado un año más la campaña comercial que desarrolla durante el mes de agosto y donde participan los comercios de seis localidades bajoaragonesas: Castelserás, La Codoñera, La Ginebrosa, Torrecilla de Alcañiz, Torrevelilla y Valdealgorfa son los pueblos donde están ubicados los establecimientos adheridos, entre los que se encuentran supermercados, carnicerías, panaderías, bares, casas rurales,  mercerías, comercios para la construcción y peluquerías, entre otros.

La asociación comercial  impulsa este tipo de campañas en verano y en otras épocas del año desde la necesidad de garantizar  la vida, no siempre fácil,  en las poblaciones  rurales, dando el valor de estos comercios que dan calidad de vida a los vecinos de pequeñas poblaciones.

Son ya 20 años consecutivos en los que los comercios del Mezquín Bajo Aragón obsequian a sus clientes con la posibilidad de ganar compras gratis de 200 y hasta 800 euros mediante un sorteo realizado cada año a finales de agosto, coincidiendo el número de los boletos ganadores con las cuatro últimas cifras de los premios de la Lotería Nacional.

Un año más en el Mezquín hacemos el agosto

En la edición del año 2020, la campaña de la Asociación Empresarial Mezquín Bajo Aragón «Hacer el Agosto en el Mezquín» anunció a sus ganadores.
De acuerdo con la Lotería Nacional del sábado 29 de agosto, el número ganador fue 5285, entregado por Aridos Castelserás a José Luis Alejos, natural de Alcañiz, quien recibió 800 euros en vales de compra en los establecimientos adscritos a esta iniciativa de apoyo al comercio rural. Así mismo, también se hizo entrega de un segundo premio de 200 euros al número 3338, entregado por Panadería Lop, a Rosamari Siurana, vecina de Castelserás.
La entrega de premios fue realizada por el presidente de la Asociación de Empresarios, Ricardo Lop, y los respectivos comerciantes que repartieron los boletos ganadores.
 
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Leonardo da Vinci: el “hombre universal” que se adelantó a su tiempo

Genio y humanista, inventor y artista, Leonardo da Vinci (1452​-1519) cultivó numerosas disciplinas como pintura, ingeniería, música, botánica o ciencia, campos donde sus innovaciones influyeron notablemente, tanto en artistas contemporáneos de su época como en los posteriores a su muerte.

Leonardo da Vinci es considerado como el auténtico homo universalis, hombre del Renacimiento, ya que su sabiduría abarcaba conocimientos de distinta índole, convirtiéndole en uno de los hombres más polifacéticos de la historia.
Nació en 1452 en la pequeña villa de Vinci, situada en la región de la Toscana (Italia), donde la insaciable curiosidad que siempre le fue característica comenzó a desarrollarse, en parte por su aprendizaje práctico y poco ortodoxo basado en la observación y la experimentación.
Su estela comenzó a elevarse cuando se trasladó a Florencia a los 15 años, donde fue alumno y más tarde colaborador artístico del escultor florentino Andrea Verrocchio -que estaba al servicio de los Médici, la familia más poderosa de la ciudad- y quién le enseñó las diferentes técnicas, materiales y tipos de arte.
A lo largo de sus años, Da Vinci recorrió toda la geografía italiana, pasando de corte en corte en lugares como Roma, Milán, Bolonia y Venecia, donde estuvo al servicio de los más poderosos, principalmente como pintor, pero también como escultor, urbanista e inventor de máquinas de guerra. Sus últimos años los pasó en la corte francesa, bajo la invitación del propio Rey Francisco I, donde murió a los 67 años.
Así su sabiduría fue creciendo hasta convertirse en el misterioso y erudito hombre que sus cuadernos dejan entrever, y mediante los cuales se puede trazar el enorme legado que este genio dejó para la posteridad. De esta forma, su figura ha quedado a lo largo de toda la Historia en la memoria colectiva como símbolo del hombre del Renacimiento.

Innovación en la pintura: técnica del sfumato
La pintura fue la categoría donde pronto destacó Leonardo da Vinci y por la que se le recuerda principalmente en la actualidad. Autor de la famosa “Gioconda” (o “Mona Lisa”), de “La Virgen de las Rocas” o de “La Última Cena”, Da Vinci influyó en la pintura de su tiempo por el uso de la técnica del sfumato, característica de sus obras.
En aquella época primaba un interés especial por los efectos de la iluminación y el color. Fue bajo este contexto donde el artista estableció una ampliación de la perspectiva más allá del modelo lineal. Con el sfumato difuminaba los contornos de las figuras para dar menos rigidez a la pintura y que existiese una relación más natural entre las formas y el espacio. Así, este famoso pintor asemejaba los objetos a la vista humana, pues ante más lejanos de la vista del espectador se volvían menos nítidos.
“Tres son las perspectivas: la primera trata de las razones por las que decrecen las cosas que se alejan del ojo (perspectiva menguante), la segunda entiende de cómo los colores varían a medida que se alejan del ojo, y la tercera comprende que tanto más indefinidos resultarán los objetos cuanto más se alejen”, dijo el humanista en sus cuadernos.
Otras de sus cualidades pictóricas fueron el sentido de la composición y la combinación de sombras y luces, así como la perfección de la anatomía humana y animal y la capacidad para reflejar fielmente expresiones gestuales. Así, también se preocupó por la botánica y la geografía, un estudio que se puede observar en el fondo escenográfico de “La Virgen de las Rocas”, que retrata perfectamente los estratos de la tierra o la vegetación del lugar.
Pero, lamentablemente, pocas obras han quedado de Leonardo da Vinci, ya que otra de sus principales características era la inconstancia, lo que le llevaría a abandonar sus proyectos y dejarlos inconclusos.

A la vanguardia de la ciencia
Da Vinci cultivó además de la pintura muchas otras disciplinas. Según recopiló la BBC, el historiador y escritor Walter Isaacson comentó sobre el artista: «Produjo insuperables dibujos anatómicos basados en múltiples disecciones, inventó sistemas para desviar ríos, explicó la reflexión de la luz de la Tierra a la Luna». Y el historiador detalló que Da Vinci «abrió el corazón de un cerdo que todavía latía para mostrar cómo funcionan los ventrículos, diseñó instrumentos musicales, coreografió desfiles, utilizó fósiles para disputar el relato bíblico del diluvio universal y luego dibujó el diluvio», señalando de esta forma las múltiples facetas del artista.
Leonardo da Vinci estuvo a la vanguardia en su época en cuanto a la revolución científica, ya que daba un salto enorme frente a las supersticiones de la etapa medieval. Aunque poco se sabe de él en este aspecto, ya que como se comentaba anteriormente, su inconstancia le llevó a no publicar jamás sus investigaciones científicas ni tratados.
También dedicó sus estudios a la anatomía, convirtiéndose en el primero en describir al corazón como músculo y centro del sistema sanguíneo. Realizó numerosos dibujos sobre huesos, músculos, tendones del corazón y sistema vascular (fue uno de los primeros en realizar un análisis del tamaño de venas y arterias), del sistema de reproducción y otros órganos internos humanos, sentando las bases de la anatomía científica, todo ello diseccionando cadáveres de manera muy discreta, pues estaba prohibido.
Sin embargo, para el historiador Isaacson, según la BBC, «el mayor logro de Leonardo en sus estudios del corazón y, de hecho, en todos sus trabajos anatómicos, fue su descubrimiento de la forma en que la válvula aórtica funciona, un triunfo que fue confirmado solo en tiempos modernos».
Así mismo, también diseccionó vacas, pájaros, monos, osos, ranas y caballos, con el fin de comparar la estructura anatómica de los animales con la del ser humano. Todos estos dibujos se pueden encontrar en sus cuadernos de notas, entre cuyas anotaciones apareció el “Hombre de Vitrubio”, realizado alrededor de 1490 como una muestra de las proporciones ideales del cuerpo humano.

El Da Vinci inventor
Visionario e inventor, así como arquitecto e ingeniero, Leonardo da Vinci creó armas, máquinas para volar, artefactos mecánicos, una bicicleta o sus famosos flotadores para caminar sobre el agua, entre muchos otros artilugios que se adelantaron por la tecnología y la innovación a su época.
Obsesionado con el movimiento y la fricción, Leonardo da Vinci dedicó hasta 28 páginas de uno de sus cuadernos para crear una máquina de movimiento perpetuo, aunque no lo consiguió. No obstante, este proceso le llevó a desarrollar conceptos físicos que no habían sido expuestos en su época. Así, inventó lo que calificó como “ímpetu” y que no sería otra cosa que la primera ley de Newton o principio de inercia, desarrollada 200 años después.
Como inventor, realizó muchos artilugios que todavía se usan, como la hélice, una máquina de guerra, una ballesta gigante, el paracaídas, la máquina voladora, un reloj más preciso, un vehículo blindado, un traje de buzo, un puente giratorio o la grúa giratoria, entre muchos otros.

Planes urbanos y ciudad ideal
Además, en su curriculum Leonardo se presentaba como urbanista. Tal y como sus anotaciones sobre proyectos encontradas muestran, ideó un sistema de cisternas automáticas para sanear las ciudades, describió cómo optimizar la circulación de la basura o el comercio, ideó máquinas para excavar y levantar pesos e incluso propuso callejones para estacionar carros, entre otras mejoras urbanísticas.
Cuando se mudó de la creativa Florencia a la industrial Milán, a principios de 1480, Da Vinci comenzó a investigar sobre las urbes, ya que esta última ciudad estaba siendo azotada por la peste bubónica, que en tan solo tres años mató a casi un tercio de la población de esa urbe.
Por este motivo, Da Vinci diseñó diez nuevas ciudades construidas desde cero donde relocalizar a toda la población de Milán, aunque su plan nunca se llevó a cabo.
“Leonardo mediante su propuesta de cittá idéale, revolucionó las teorías urbanas y propuestas de los arquitectos del Renacimiento que hasta ese momento trataban el tema”, expuso el doctor David Hidalgo García.
Por todo ello, Leonardo da Vinci es considerado un humanista, es decir, un auténtico homo universalis.

Raquel Lop

Fuente imagen: Wikipedia

Los comercios del Mezquín entregan los premios «Hacer el Agosto»

       

Por décimo octavo año consecutivo los comercios del Mezquín entregan los premios en la campaña “Hacer el Agosto”
La carnicería Mercedes Pardo de Valdealgorfa entrega el boleto ganador del primer premio de la XVIII campaña «Hacer el Agosto en el Mezquín» 2019, y Ana Isabel Antón de La Codoñera el segundo premio.
Los números premiados fueron el 1.428 y 9.489, la suerte en esta nueva edición de la campaña recayó en Sergi Pardo, vecino de Valdealgorfa; y en el matrimonio formado por Milagros Lorenzo y Santiago Mir, vecinos de La Codoñera. Los clientes los comercios recogieron hoy los respectivos premios de 800 y 200 euros para canjear por los productos y servicios en los establecimientos adheridos a la campaña.
Se contó con la colaboración de Caja Rural de Teruel y la Diputación General de Aragón.

«Comprar en el Mezquín es invertir en su desarrollo»

Segundo sorteo del primer premio de la campaña «Hacer el Agosto en el Mezquín»

El número premiado en la campaña Hacer el agosto en el Mezquín en el segundo sorteo ha sido:
 

1428 Primer premio 

Si hasta el viernes 13 de septiembre de 2019 no aparece volverá a sortearse el próximo sábado 14 de septiembre.

Una vecina de La Codoñera ha sido agraciada con el segundo premio con el número 9489

 

Campaña de comercio en el Mezquín

«Compra en el Mezquín, porque en Mezquín hacemos el Agosto». 

Ya falta pocos días para que comience la campaña y puedas ganar uno de nuestros premios.

 

ALCAÑIZ
Tapilimp
Limpieza de tapicerías a domicilio

CASTELSERAS
Panadería Lop
Pan y repostería
Trady`s -Mª Pilar Ortega
Supermercado
Peluquería Sandra
Peluquería y estética
Peluquería Mari Mar
Peluquería y estética
Alimentación Castelserás
Supermercado
José Fco. Segarra Boix
Farmaceútico
Serigrafía Aragonesa
Marcaje camisetas, ropa de trabajo
Áridos Castelserás
Materiales de construcción y transportes

LA CODOÑERA
Casa Rural Pallarés
Vivienda de turismo rural
Bar Plaza
Bar, tapas y comidas
Ana Isabel Antón
Farmaceútica
Cooperativa San Isidro
Supermercado
Carnícería Lorenzo Sancho
Carnes y embutidos

LA GINEBROSA
Panadería Borraz
Pan y repostería
Mª Dolores Altabella
Supermercado

TORRECILLA DE ALCAÑIZ
Alimentación Torrecilla
Supermercado
Carnicería Mª Pilar
Carnes y embutidos
Ma Petite Passion-Ovidia
Pastelería de autor

TORREVELILLA
Supermercado Teresa Estopiñan
Supermercado
Llorens de Mingo
El Pajar de Serred
Apartamentos turísticos

VALDEALGORFA
Coviran – Mari Carmen Bañolas
Supermercado
El corral de Valero
Apartamentos turísticos
Coop. Oleícola de Valdealgorfa
Fabricación de aceite de oliva
Carnicería Mercedes Pardo
Carnes y embutidos
Trady`s – Lourdes Cuella
Supermercado
Horno Reyes y Cristina
Pan y repostería

 

 

La Asociación Empresarial Mezquín Bajo Aragón y Caja Rural de Teruel renuevan su convenio financiero

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El pasado 7 de junio,  tuvo lugar en Alcañiz la renovación del convenio financiero suscrito entre Caja Rural de Teruel y la Asociación Empresarial Mezquín Bajo Aragón.  Estuvieron en el acto el presidente de la asociación empresarial, Ricardo Lop , y  el Jefe de Zona del Bajo Aragón de Caja Rural de Teruel, Emilio Mallén.

En el nuevo convenio, así como en los anteriores suscritos, Caja Rural de Teruel ofrece a las empresas del Mezquín una serie de productos y servicios financieros de acuerdo a las necesidades actuales de las mismas. En el mismo se reafirman los servicios preferentes en, operaciones en las cuentas de las empresas a través de Internet con la aplicación “Ruralvía” o mediante los terminales punto de venta para el servicio de sus negocios. Entre los productos destacados que benefician a los empresas asociadas a la Asociación Empresarial Mezquín Bajo Aragón se encuentran: gestión de tarjetas, depósitos de fondos, operaciones bursátiles, planes de pensiones o diversas operaciones de financiación.

Destacar que un año más Caja Rural de Teruel se compromete en la colaboración económica para la celebración del premio empresarial  que la AEM-BA vine organizando desde hace diecisiete años  “Premio a la Iniciativa Empresarial del Mezquín” y que tiene como objetivo la promoción y el emprendimiento de las empresas del Mezquín Bajo Aragón.

Este convenio tiene una duración de un año y es aplicable a las empresas, socios y empleados de las mismas.